El impacto del TDAH en el desarrollo cerebral de los niños

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que afecta a niños y adolescentes en su capacidad para mantener la atención, controlar los impulsos y regular el nivel de actividad. Este trastorno, que se estima que afecta alrededor del 5-10% de la población infantil, puede tener un impacto significativo en el desarrollo cerebral de los niños.

Exploraremos cómo el TDAH afecta el desarrollo cerebral de los niños y qué áreas específicas del cerebro se ven afectadas. También analizaremos los posibles factores de riesgo y las causas subyacentes del TDAH, así como las implicaciones que esto puede tener en el tratamiento y la intervención precoz.

Al leer este artículo, los lectores podrán comprender mejor el impacto del TDAH en el desarrollo cerebral de los niños y adquirir una mayor conciencia de la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado. Además, se proporcionarán consejos prácticos para padres y educadores sobre cómo apoyar a los niños con TDAH en su desarrollo y maximizar su potencial.

➡️ Tabla de contenido

Qué es el TDAH

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico común en la infancia que afecta aproximadamente al 5-10% de los niños en todo el mundo. Se caracteriza por la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la impulsividad.

El TDAH puede tener un impacto significativo en el desarrollo cerebral de los niños. Estudios han demostrado que las áreas del cerebro involucradas en la atención, el control de los impulsos y la regulación emocional pueden tener diferencias estructurales y funcionales en los niños con TDAH en comparación con los niños sin el trastorno.

Efectos del TDAH en el desarrollo cerebral

Una de las áreas más afectadas por el TDAH es la corteza prefrontal, que es responsable de la planificación, la toma de decisiones y el control de los impulsos. En los niños con TDAH, esta área del cerebro puede ser más delgada y tener un menor volumen en comparación con los niños sin el trastorno. Esto puede afectar su capacidad para organizar tareas, seguir instrucciones y controlar su comportamiento.

Otra área afectada es el cuerpo estriado, que juega un papel importante en la regulación del movimiento y la recompensa. Los niños con TDAH pueden tener un cuerpo estriado más pequeño y menos activo, lo que puede contribuir a la hiperactividad y la impulsividad asociadas con el trastorno.

Además, se ha observado que los niños con TDAH tienen una menor conectividad funcional entre diferentes regiones del cerebro. Esto puede dificultar la comunicación eficiente entre las áreas cerebrales involucradas en la atención y el control de los impulsos, lo que contribuye a los síntomas del trastorno.

Importancia del diagnóstico temprano

Es crucial diagnosticar el TDAH en etapas tempranas para poder implementar intervenciones adecuadas y minimizar el impacto en el desarrollo cerebral de los niños. El tratamiento puede incluir terapia conductual, modificaciones en el entorno escolar y, en algunos casos, medicación.

La terapia conductual puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades para mejorar la atención, controlar los impulsos y regular sus emociones. Las modificaciones en el entorno escolar, como adaptaciones en el plan de estudios y estrategias de enseñanza individualizadas, pueden facilitar el aprendizaje y la participación de los niños con TDAH.

En cuanto a la medicación, los estimulantes como el metilfenidato son comúnmente recetados para tratar el TDAH. Estos medicamentos pueden ayudar a mejorar la atención y reducir la hiperactividad e impulsividad en los niños con el trastorno.

Estadísticas sobre el TDAH

  • El TDAH afecta a aproximadamente el 5-10% de los niños en todo el mundo.
  • Se estima que el 60-80% de los niños con TDAH continúan experimentando síntomas en la adolescencia.
  • Los niños con TDAH tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad y trastornos del aprendizaje.

El TDAH puede tener un impacto significativo en el desarrollo cerebral de los niños. Es importante diagnosticar y tratar el trastorno en etapas tempranas para minimizar sus efectos y ayudar a los niños a alcanzar su máximo potencial.

Síntomas comunes del TDAH

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta a niños y adultos en todo el mundo. Se caracteriza por la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la impulsividad. Los síntomas del TDAH pueden variar de un individuo a otro, pero algunos de los más comunes incluyen:

  • Inatención: dificultad para mantener la concentración en tareas o actividades, falta de atención a los detalles, dificultad para seguir instrucciones y tendencia a perder objetos.
  • Hiperactividad: exceso de energía, dificultad para quedarse quieto, hablar en exceso y sentirse inquieto en situaciones en las que se espera que se mantenga la calma.
  • Impulsividad: actuar sin pensar, tener dificultad para esperar turnos, interrumpir o hablar en momentos inapropiados.

Es importante destacar que el TDAH puede tener un impacto significativo en el desarrollo cerebral de los niños. Los estudios han demostrado que el TDAH se asocia con diferencias estructurales y funcionales en varias áreas del cerebro, incluyendo la corteza prefrontal, el sistema de recompensa y el sistema de atención.

En la corteza prefrontal, que es responsable de la planificación, el control de impulsos y la toma de decisiones, se han encontrado diferencias en el grosor cortical y en la conectividad funcional en individuos con TDAH. Esto puede explicar los problemas de atención, la impulsividad y la dificultad para regular el comportamiento que se observan en estos niños.

En el sistema de recompensa, que está involucrado en la motivación y la gratificación, se ha observado una disminución de la actividad en los niños con TDAH. Esto puede explicar su tendencia a buscar constantemente estímulos nuevos y emocionantes, así como su dificultad para mantener la atención en tareas menos gratificantes.

En el sistema de atención, que es responsable de filtrar la información relevante y suprimir la distracción, se ha encontrado una disfunción en los niños con TDAH. Esto puede explicar su dificultad para concentrarse en una tarea específica y su tendencia a distraerse fácilmente.

Es importante destacar que el impacto del TDAH en el desarrollo cerebral puede tener consecuencias a largo plazo. Los estudios han demostrado que los niños con TDAH tienen un mayor riesgo de presentar problemas académicos, dificultades en las relaciones sociales y un mayor riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos en la edad adulta.

Afortunadamente, existen estrategias de intervención y tratamiento que pueden ayudar a los niños con TDAH a desarrollar habilidades de autorregulación y a mejorar su funcionamiento cerebral. Estas estrategias pueden incluir terapia cognitivo-conductual, terapia ocupacional, modificaciones en el entorno educativo y, en algunos casos, medicación.

El TDAH es un trastorno neuropsiquiátrico que puede tener un impacto significativo en el desarrollo cerebral de los niños. Los síntomas del TDAH, como la inatención, la hiperactividad y la impulsividad, están asociados con diferencias estructurales y funcionales en varias áreas del cerebro. Es importante buscar una intervención temprana y adecuada para ayudar a los niños con TDAH a desarrollar habilidades de autorregulación y a maximizar su potencial.

Causas y factores de riesgo del TDAH

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que afecta principalmente a niños y adolescentes. Si bien no se conocen las causas exactas del TDAH, existen varios factores de riesgo que pueden contribuir a su aparición.

Factores genéticos

Se ha demostrado que existe una predisposición genética en el desarrollo del TDAH. Estudios han encontrado que si uno de los padres tiene TDAH, el riesgo de que el hijo también lo padezca es de aproximadamente el 30%. Si ambos padres tienen TDAH, el riesgo aumenta al 50-60%. Esto sugiere que hay una clara influencia genética en la aparición del trastorno.

Factores ambientales

Además de los factores genéticos, el entorno en el que crece el niño también puede desempeñar un papel importante en el desarrollo del TDAH. Algunos factores ambientales que se han asociado con un mayor riesgo de TDAH incluyen:

  • Exposición al tabaco y alcohol durante el embarazo: Está comprobado que el consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo aumenta el riesgo de que el niño desarrolle TDAH. Se cree que estas sustancias pueden afectar el desarrollo del sistema nervioso central del feto.
  • Exposición a sustancias tóxicas: Algunos estudios han encontrado que la exposición a ciertas sustancias tóxicas, como el plomo y los pesticidas, puede aumentar el riesgo de TDAH en los niños.
  • Factores socioeconómicos: Se ha observado que los niños de familias con bajos ingresos económicos tienen un mayor riesgo de desarrollar TDAH. Esto puede estar relacionado con la falta de acceso a recursos educativos y de salud adecuados.

Es importante tener en cuenta que estos factores de riesgo no son determinantes en el desarrollo del TDAH, sino que aumentan las probabilidades de que ocurra. Además, cada caso de TDAH es único y puede verse influenciado por diferentes combinaciones de factores genéticos y ambientales.

Conocer las causas y factores de riesgo del TDAH es fundamental para poder identificarlo y tratarlo de manera adecuada. Si sospechas que tu hijo puede tener TDAH, es recomendable buscar la evaluación de un profesional de la salud especializado en trastornos del neurodesarrollo.

Diagnóstico y tratamiento del TDAH

El diagnóstico del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un proceso complejo que involucra la evaluación clínica de los síntomas y el análisis de diversos factores, como la historia clínica, el entorno social y los antecedentes familiares. Es fundamental contar con la participación de profesionales de la salud especializados, como psicólogos, psiquiatras o neurólogos, para llevar a cabo una evaluación exhaustiva.

El tratamiento del TDAH se basa en un enfoque multimodal que combina diferentes estrategias terapéuticas. Una de las opciones más comunes es la administración de medicamentos estimulantes, como el metilfenidato o la atomoxetina, que ayudan a regular los niveles de dopamina y noradrenalina en el cerebro, mejorando así los síntomas del trastorno. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada caso es único y que el tratamiento debe adaptarse a las necesidades individuales de cada niño.

Además del tratamiento farmacológico, es fundamental implementar intervenciones psicoeducativas y psicoterapéuticas que ayuden al niño a desarrollar habilidades de autorregulación, manejo del estrés y organización del tiempo. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las formas más efectivas de abordar el TDAH, ya que ayuda al niño a identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales.

Otra estrategia terapéutica que ha demostrado ser beneficiosa es la terapia familiar, que busca fortalecer los vínculos familiares y mejorar la comunicación entre los miembros de la familia. Esto es especialmente importante, ya que el entorno familiar puede influir significativamente en el desarrollo y manejo del TDAH.

Además de estas intervenciones, es importante promover un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico y la adecuada gestión del sueño. Estos factores pueden tener un impacto positivo en el desarrollo cerebral de los niños con TDAH y contribuir a mejorar su atención, concentración y control de impulsos.

El diagnóstico y tratamiento del TDAH requiere de un enfoque integral que combine diferentes estrategias terapéuticas. Es fundamental contar con el apoyo de profesionales especializados y adaptar el tratamiento a las necesidades individuales de cada niño. Además, es importante promover un estilo de vida saludable que favorezca el desarrollo cerebral y el bienestar general de los niños con TDAH.

El impacto del TDAH en el desarrollo cerebral

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que afecta a niños y adolescentes, y que se caracteriza por síntomas como la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad. Este trastorno puede tener un impacto significativo en el desarrollo cerebral de los niños, alterando su estructura y función.

Estudios científicos han demostrado que el TDAH está asociado con diferencias estructurales y funcionales en diversas áreas del cerebro. Por ejemplo, se ha observado que los niños con TDAH presentan un menor volumen de materia gris en regiones como el lóbulo prefrontal, el cíngulo anterior y el cerebelo, áreas que están involucradas en la regulación de la atención, el control de impulsos y la toma de decisiones.

Además de las diferencias estructurales, el TDAH también afecta la actividad cerebral de los niños. Estudios de neuroimagen funcional han revelado que los niños con TDAH tienen una menor activación en el lóbulo prefrontal durante tareas que requieren atención sostenida y control cognitivo. Esto puede dificultar su capacidad para concentrarse, seguir instrucciones y controlar sus impulsos.

El impacto del TDAH en el desarrollo cerebral puede tener consecuencias a largo plazo en la vida de los niños. Por ejemplo, se ha encontrado que los niños con TDAH tienen un mayor riesgo de desarrollar dificultades académicas, problemas de conducta y trastornos del estado de ánimo. Además, algunos estudios sugieren que el TDAH puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos en la edad adulta, como la depresión y la ansiedad.

Es importante destacar que el TDAH es un trastorno complejo y multifactorial, y que su impacto en el desarrollo cerebral puede variar de un niño a otro. No todos los niños con TDAH presentarán las mismas diferencias estructurales o funcionales en su cerebro, y cada caso debe ser evaluado de manera individualizada.

A pesar de los desafíos que implica el TDAH, existen estrategias y tratamientos efectivos que pueden ayudar a los niños a manejar sus síntomas y minimizar el impacto en su desarrollo cerebral. Algunas de estas estrategias incluyen:

  1. Educación y apoyo: Es fundamental que los niños con TDAH reciban una educación adecuada y un apoyo emocional y social. Los profesores y los padres pueden colaborar para establecer rutinas y adaptar el entorno de aprendizaje para satisfacer las necesidades individuales del niño.
  2. Terapia conductual: La terapia conductual puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades para controlar sus impulsos, mejorar su atención y gestionar su comportamiento. Esta terapia se centra en reforzar conductas positivas y enseñar estrategias de autorregulación.
  3. Medicación: En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos para ayudar a controlar los síntomas del TDAH. Estos medicamentos, como los estimulantes y los no estimulantes, pueden mejorar la atención y reducir la hiperactividad e impulsividad.

El TDAH tiene un impacto significativo en el desarrollo cerebral de los niños, alterando tanto su estructura como su función. Sin embargo, con el apoyo adecuado y el tratamiento apropiado, los niños con TDAH pueden aprender a manejar sus síntomas y alcanzar su máximo potencial.

Consecuencias del TDAH en el aprendizaje y la conducta

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta a niños y adolescentes, y que puede tener graves consecuencias en su desarrollo cerebral. Estas consecuencias se reflejan principalmente en el aprendizaje y la conducta de los niños afectados.

En el ámbito del aprendizaje, los niños con TDAH suelen presentar dificultades para prestar atención, concentrarse y organizar la información. Esto puede dificultar su rendimiento académico, ya que tienen problemas para seguir instrucciones, completar tareas y retener información. Además, pueden tener dificultades en la lectura, la escritura y las habilidades matemáticas.

En cuanto a la conducta, los niños con TDAH suelen ser impulsivos, inquietos y desorganizados. Tienden a tener problemas para controlar sus emociones y suelen tener dificultades para seguir normas y límites. Esto puede generar conflictos con sus compañeros de clase, profesores y familiares, y puede afectar negativamente su desarrollo social y emocional.

Es importante destacar que el impacto del TDAH en el aprendizaje y la conducta puede variar en cada niño, ya que existen diferentes subtipos de TDAH y cada uno presenta características específicas. Sin embargo, en general, estos problemas pueden afectar significativamente la vida académica, social y emocional de los niños afectados.

Por suerte, existen estrategias y tratamientos que pueden ayudar a los niños con TDAH a superar estas dificultades. Algunas recomendaciones prácticas incluyen:

  1. Establecer rutinas y estructuras: Los niños con TDAH se benefician de tener horarios y rutinas establecidas, ya que esto les ayuda a organizar su tiempo y sus tareas.
  2. Utilizar técnicas de organización: Enseñarles a utilizar agendas, listas de tareas y métodos visuales puede ayudarles a organizar su trabajo y mejorar su capacidad de planificación.
  3. Proporcionar apoyo y refuerzo positivo: Es fundamental brindarles apoyo emocional y reconocer sus logros para motivarlos y aumentar su autoestima.
  4. Implementar estrategias de enseñanza adaptadas: Los profesores pueden adaptar su metodología de enseñanza para ofrecer a los niños con TDAH un entorno de aprendizaje más estructurado y adaptado a sus necesidades.

El TDAH puede tener importantes repercusiones en el desarrollo cerebral de los niños, afectando tanto su aprendizaje como su conducta. Sin embargo, con el apoyo adecuado y el uso de estrategias adaptadas, es posible minimizar estos efectos y ayudar a los niños a alcanzar su máximo potencial.

Estrategias para manejar el TDAH en el entorno escolar

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neurológica que afecta el desarrollo y el desempeño de los niños en diversos aspectos de su vida, incluyendo el entorno escolar. Los síntomas del TDAH, como la dificultad para prestar atención, la impulsividad y la hiperactividad, pueden interferir con el aprendizaje y el comportamiento en el aula.

Para ayudar a los niños con TDAH a tener éxito en el entorno escolar, es importante implementar estrategias que se adapten a sus necesidades específicas. Estas estrategias pueden ser beneficiosas tanto para los niños con TDAH como para el resto de los estudiantes, ya que promueven un ambiente de aprendizaje inclusivo y favorable para todos.

1. Organización y estructura

La organización y la estructura son fundamentales para los niños con TDAH, ya que les ayudan a mantenerse enfocados y a seguir un ritmo de trabajo constante. Algunas estrategias efectivas incluyen:

  • Utilizar agendas y planificadores: Proporcionar a los niños con TDAH una agenda o un planificador donde puedan anotar sus tareas y fechas límite. Esto les ayuda a tener una visión clara de sus responsabilidades y a gestionar su tiempo de manera más efectiva.
  • Establecer rutinas: Crear rutinas diarias predecibles y estructuradas para las actividades en el aula. Esto ayuda a los niños con TDAH a anticipar lo que viene a continuación y a sentirse más seguros y organizados.
  • Utilizar sistemas de organización visuales: Utilizar tableros con horarios, listas de tareas y recordatorios visuales para ayudar a los niños con TDAH a visualizar y recordar sus responsabilidades.

2. Adaptaciones en la enseñanza

Realizar adaptaciones en la forma de enseñar puede marcar una gran diferencia en el aprendizaje de los niños con TDAH. Algunas estrategias que se pueden implementar son:

  • Utilizar instrucciones claras y concisas: Dar instrucciones sencillas y directas, evitando el uso de lenguaje complicado o ambiguo. Esto ayuda a los niños con TDAH a comprender mejor las tareas y a seguir las indicaciones.
  • Proporcionar tiempo adicional: Permitir a los niños con TDAH más tiempo para completar las tareas y exámenes. Esto les da la oportunidad de trabajar a su propio ritmo y reducir la presión y la ansiedad.
  • Incorporar actividades prácticas y dinámicas: Introducir actividades que requieran movimiento y participación activa, como juegos educativos o proyectos grupales. Esto ayuda a los niños con TDAH a canalizar su energía de manera productiva y a mantenerse comprometidos en el aprendizaje.

3. Apoyo emocional y motivacional

El apoyo emocional y motivacional es esencial para ayudar a los niños con TDAH a desarrollar una actitud positiva hacia el aprendizaje y a mantener la motivación a lo largo del tiempo. Algunas estrategias efectivas son:

  • Reconocer los logros: Celebrar los éxitos y los progresos de los niños con TDAH, ya sea a través de elogios verbales, recompensas o certificados. Esto refuerza su autoestima y les motiva a seguir esforzándose.
  • Establecer metas alcanzables: Ayudar a los niños con TDAH a establecer metas realistas y a corto plazo. Esto les ayuda a tener un sentido de propósito y a mantenerse enfocados en lo que quieren lograr.
  • Proporcionar apoyo individualizado: Ofrecer apoyo individualizado a los niños con TDAH, ya sea a través de tutorías, terapia ocupacional o asesoramiento psicológico. Esto les proporciona las herramientas y el apoyo necesarios para superar los desafíos asociados con el TDAH.

Implementar estrategias adecuadas para manejar el TDAH en el entorno escolar es fundamental para ayudar a los niños con esta condición a alcanzar su máximo potencial. La organización y la estructura, las adaptaciones en la enseñanza y el apoyo emocional y motivacional son aspectos clave que pueden marcar la diferencia en el aprendizaje y el bienestar de estos niños. Al proporcionar un ambiente inclusivo y favorable, todos los estudiantes pueden beneficiarse y alcanzar el éxito académico.

Recomendaciones para padres de niños con TDAH

Si eres padre de un niño con TDAH, es importante que entiendas cómo este trastorno puede afectar el desarrollo cerebral de tu hijo. Afortunadamente, hay varias medidas que puedes tomar para apoyar a tu hijo y facilitar su desarrollo. Aquí te presentamos algunas recomendaciones prácticas:

1. Establece una rutina estructurada

Los niños con TDAH se benefician de una rutina establecida y predecible. Esto les ayuda a sentirse seguros y les proporciona un sentido de orden. Crea horarios regulares para las comidas, el sueño, el estudio y las actividades recreativas. Utiliza recordatorios visuales, como calendarios o listas de tareas, para ayudar a tu hijo a mantenerse organizado.

2. Proporciona un ambiente tranquilo y libre de distracciones

Los niños con TDAH pueden tener dificultades para concentrarse debido a la sobreestimulación del entorno. Crea un espacio de estudio o trabajo tranquilo y libre de distracciones, donde tu hijo pueda concentrarse en sus tareas. Limita el acceso a dispositivos electrónicos y establece reglas claras sobre el uso de la tecnología.

3. Fomenta la comunicación abierta y el apoyo emocional

El TDAH puede ser frustrante tanto para el niño como para los padres. Establece una comunicación abierta con tu hijo, escucha sus preocupaciones y bríndale apoyo emocional. Ayúdale a identificar y expresar sus emociones de manera saludable. Considera la posibilidad de buscar terapia familiar o grupos de apoyo para obtener orientación adicional.

4. Utiliza estrategias de aprendizaje adaptativas

Los niños con TDAH pueden tener dificultades en el aprendizaje académico. Busca estrategias adaptativas que se ajusten a las necesidades individuales de tu hijo. Esto puede incluir el uso de técnicas de estudio específicas, la adaptación de materiales educativos o la colaboración con profesores y profesionales de la salud para obtener apoyo adicional.

5. Fomenta la actividad física y el juego al aire libre

La actividad física regular y el juego al aire libre pueden ser beneficiosos para los niños con TDAH. Estas actividades ayudan a liberar energía acumulada y mejorar la concentración. Fomenta la participación de tu hijo en deportes, juegos al aire libre y otras actividades físicas que le gusten.

6. Mantén una dieta saludable

Aunque no existe una dieta específica para tratar el TDAH, se ha demostrado que una dieta equilibrada y saludable puede tener un impacto positivo en el desarrollo cerebral de los niños. Asegúrate de que tu hijo reciba una variedad de alimentos nutritivos, incluyendo frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros.

Recuerda que cada niño es único y puede responder de manera diferente a las intervenciones. Lo más importante es que te mantengas informado, busques apoyo profesional y brindes un entorno amoroso y comprensivo para tu hijo. Con el tiempo y el apoyo adecuados, los niños con TDAH pueden alcanzar su máximo potencial y tener una vida plena.

Preguntas frecuentes

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que afecta la capacidad de atención, impulsividad y control de la actividad motora.

¿Cuál es el impacto del TDAH en el desarrollo cerebral de los niños?

El TDAH puede afectar el desarrollo cerebral de los niños, especialmente en áreas relacionadas con la atención, la inhibición de impulsos y la función ejecutiva.

¿El TDAH afecta el crecimiento del cerebro?

Algunos estudios sugieren que el TDAH puede retrasar el crecimiento del cerebro, especialmente en áreas asociadas con la maduración y desarrollo cognitivo.

¿El TDAH puede causar cambios estructurales en el cerebro?

Sí, se han identificado cambios estructurales en el cerebro de niños con TDAH, como reducción del tamaño de ciertas regiones cerebrales y alteraciones en la conectividad neuronal.

¿El tratamiento del TDAH puede revertir los cambios en el cerebro?

Si bien el tratamiento del TDAH puede mejorar los síntomas y el funcionamiento cognitivo, no está claro si puede revertir completamente los cambios estructurales en el cerebro.

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